AVENA (AVENA SATIVA)


La avena pertenece a la familia de las gramíneas, al igual que el resto de cereales comestibles; una de las familias más importantes para la alimentación humana y cuyos frutos son granos secos y ricos en almidón, un hidrato de carbono complejo fuente de energía para nuestro cuerpo.




Se puede consumir cruda sin ningun problema, pero como la mayoría de los alimentos al pasar por procesos de cocción cambian su estructura química, y en el caso de la avena cambia para mejor ya que se liberan los mucílagos y pectinas que son fibras solubles excelentes para reducir niveles de colesterol y glucosa en sangre, sin afectar la porción de fibra insoluble que sirve para mejorar el tránsito intestinal. Igualmente cruda tiene buenas propiedades.



¿Cuáles son sus propiedades nutritivas?



La avena es uno de los cereales más ricos en proteínas, grasas (casi el doble que el trigo), hidratos de carbono, vitamina B1 o tiamina (necesaria para el buen funcionamiento del sistema nervioso) y, en menor proporción, aporta otras vitaminas del grupo B. Así mismo contiene minerales como fósforo, potasio, magnesio, calcio y hierro, estos dos últimos de peor aprovechamiento que los procedentes de alimentos de origen animal por parte de nuestro organismo.



En concreto aporta 335 calorías por cada 100 gramos, 12 g de proteínas, 60 gramos de hidratos de carbono, 6 gramos de fibra, 7,1 gramos de grasas, 79,6 mg de calcio, 5,8 mg de hierro y 0,52 mg de tiamina.



Proteínas: sus proteínas son deficitarias en los aminoácidos esenciales lisina y treonina, pero contiene en cantidades elevadas metionina, por lo combinada con legumbres (deficitarias en metionina) o con leche (deficitaria en aminoácidos azufrados), se obtienen proteínas completas de valor equiparable a las de la carne, el pescado o los huevos.

Grasas: el 80% del total son insaturadas y abunda el ácido graso esencial linoleico (omega-6).



Otros componentes grasos son el avenasterol, un fitosterol que se sabe contribuye a reducir los niveles de colesterol en sangre al disminuir su absorción a nivel del intestino y la lecitina, necesaria para el buen funcionamiento del sistema nervioso y que también contribuye a reducir las tasas de colesterol en sangre.



Hidratos de carbono: el mayoritario es el almidón, pero también contiene pequeñas cantidades de fructosa (el azúcar característico de las frutas y de la miel) y en cantidades significativas, fibra. Hay dos tipos de fibra, los mucílagos y la que está presente en el salvado de la avena. Los mucílagos, lubrifican y suavizan el tracto digestivo y la fibra del salvado, posee un suave efecto laxante y contribuye a reducir las tasas de colesterol en sangre, mediante un mecanismo similar al del fitosterol avenasterol.



Así mismo, contiene un alcaloide no tóxico, la avenina, de efecto sedante para el sistema nervioso.



Se consume tanto el cereal completo (copos de avena) como el salvado (fibra soluble) y también se emplean la paja y las semillas con fines terapéuticos.



FUENTE
MASCARILLA PARA PIEL MIXTA:



Dos veces por semana



* manzana rallada

* una cucharada de yogurt natural

* dos cucharaditas de zumo de limón

* una cucharada de miel







También es muy eficaz masajear el rostro con 3 cucharadas de avena molida disueltas en seis cucharadas de leche fresca.