MANZANILLA



La manzanilla es una hierba aromática que crece en terrenos secos y soleados. Se utilizan las flores para preparar infusiones, es la forma más efectiva para usar la manzanilla con fines medicinales.
Aunque también se aplica manzanilla externamente en baños, agregando al agua de la bañera una infusión bien cargada o añadiendo 15 gotas de esencia de manzanilla. Esto resulta un buen sedante, efectivo para algunos desequilibrios nerviosos, por ejemplo para mejorar los síntomas de la depresión.
Se puede preparar un aceite para masajes dejando macerar algunas flores de manzanilla bien desmenuzadas en aceite de oliva, luego se calienta a baño María revolviendo cada tanto. Este aceite puede hacer de un masaje una experiencia profundamente relajante y sedante.
También es útil como antiinflamatorio, y mediante la aplicación de compresas es bueno para disminuir reacciones alérgicas y para las cicatrices de la piel.
Pero lo más frecuente es tomar la manzanilla en forma de infusión, pues tiene un sabor muy agradable, y para lograr un efecto medicinal se deben consumir de tres a cuatro tazas diarias.
Esto es bueno para afecciones hepáticas, como digestivo en caso de excesos de alimentación, para facilitar la expulsión de gases, calmar dolores articulares, para mejorar la producción de fluidos intestinales, para aliviar dolores por menstruación y dolores de cabeza causados por tensión o insomnio.
Su efecto en el organismo es tranquilizante, baja la fiebre, mejora los síntomas físicos de la depresión y calma los nervios, especialmente si se ve afectado al aparato digestivo.

La manzanilla también es efectiva para eliminar las grasas en la sangre, lo que resulta en una disminución de los niveles de colesterol en la sangre. De esta manera se previene la arteriosclerosis y la degeneración de la vesícula y de los riñones.
La manzanilla es perjudicial en casos de diarrea. Quienes sufran de diarrea deben evitar consumir manzanilla.