Los paramédicos querían declarar la muerte de Jackson en su residencia



Tenía una inyección intravenosa. Murray administró el medicamento Propofol al cantante y luego lo encontró muerto. El cardiólogo Conrad Murray los convenció de llevarlo al hospital

Los paramédicos (auxiliares en tareas médicas) que atendieron al cantante Michael Jackson la mañana de su muerte indicaron que el médico Conrad Murray se comportó de forma extraña durante su fallecimiento, según informa la página web TMZ. De acuerdo con ellos, que fueron los primeros en llegar, fue difícil lidiar con Murray, el médico personal de Jackson, ya que estaba "estorbando".

Además, la fuente indica que las autoridades están analizando la teoría de que Murray administró el medicamento Propofol al cantante y salió de su cuarto, y después le encontró muerto.

Los miembros de los servicios de emergencias indicaron que cuando llegaron a la casa del 'Rey del pop' lo encontraron con una inyección intravenosa en uno de sus brazos y un tanque de oxígeno vacío. Asimismo, querían declarar muerto al cantante en su residencia, pero el doctor insistió en que el artista fuera llevado al hospital.

Las fuentes de esta web aseguran que el centro médico de UCLA suspendió las prácticas de resucitación porque era obvio que ya estaba muerto. Sin embargo, Murray continuó suministrándole los primeros auxilios, lo cual resultó curioso para los galenos que estaban presentes.

Por otro lado, se supo que las dos mujeres que entraron en el consultorio de Murray el día de la muerte de Jackson para llevarse entre tres y cinco cajas con documentos, habían alquilado el lugar dos meses antes a nombre de Murray. Los dueños del local aseguraron que el alquiler fue pagado con la tarjeta de crédito del médico.

Las dos mujeres llegaron a la unidad médica de Murray, donde había cajas, muebles y otros artículos, a las 9.22 de la mañana (hora de Los Ángeles), es decir tres horas antes de que se realizara la llamada al número de emergencia 911.