"Le Mans": El tributo a la competición del motor por Steve McQueen



Una revisión de la recordada película "Las 24 horas de Le Mans". Con la película "Le Mans", Steve McQueen cumplió su viejo sueño de rendir homenaje al deporte motor. Como? Mediante la utilización de los mejores medios para reflejar la competencia. Un testimonio "discretamente romantizado" con un buen estudio del carácter de los pilotos, su mentalidad y sus rituales. En definitiva, compartir con el público su propia pasión.

Pero por qué "Le Mans"? Hay que saber que la imagen de las 24 horas de aquel entonces era aún mas monumental que la actual. McQueen es un apasionado de esta competencia al igual que Sturges, el maestro del film de acción y aventuras. Consiguen un buen presupuesto y deben comenzar a filmar en la primavera de 1968. Dado el movido ambiente del famoso "Mayo Francés", el productor suspende las tomas y decide esperar.
En 1969 Steve vuelve a Le Mans y analiza el circuito con varios técnicos, "olfateando" el ambiente, haciendo algunas tomas y siendo testigo del legendario triunfo de Ickx-Oliver por un par de metros en su vetusto Ford GT40.

Compañero de Jackie Stewart

Lleno de entusiasmo, Steve vuelve a EEUU, compra un Porsche 908 y compite en 4 carreras "para entrenarse" dado que está decidido a participar en la siguiente edición de las 24 horas.
Decide utilizar un Porsche 917 en pareja con Jackie Stewart cuando las aseguradoras y los accionistas de Solar y Warner bloquean el proyecto por considerarlo "muy riesgoso".
Steve cede con gran amargura en su corazón aunque inscribe su Porsche 908 Spyderpara la competencia tras instalarle 3 cámaras cinematográficas (2 delante y una atrás) que le crean los famosos bultos en la carrocería. La máquina es confiada a Herbert Linge y Jonathan Williams con Rob Slotemaker como reserva. Parten en posición 31 y arriban en la novena. Una muy buena performance teniendo en cuenta las tremendas condiciones climáticas y las numerosas paradas en boxes para cambiar ...película!

Exclusiva retrasada

Comenta el piloto Willy Braillard: "Ese año, yo estaba en el box de al lado. Compartía con Jean-Pierre Gaban un Porsche 911. McQueen estuvo presente durante toda la carrera y caminaba sin vigilancia, me resultó muy versado y talentoso...".
El testimonio es sugestivo pues hace pensar que, a pesar de todo, McQueen participó en las 24 horas! Para Braillard no hay dudas y Gaban lo corrobora, esto es una primicia 30 años después.

Inmediatamente después de la competencia comienzan las tomas propiamente dichas para el film. Se construye un pequeño pueblo en el paddock para alojar los mas de 150 técnicos y extras. Andrew Ferguson, manager del team con el que McQueen había corrido en Sebring instala un garage en Arnage con el mecánico Haig Alltounian para atender los bólidos alquilados por la productora Solar. Cinco Porsche 917, dos 908, cuatro Ferrari 512, una 312 y un surtido de Lolas, Alfas, Chevrons y Matras. Mas un Ford GT40 "cabrioletizado" que hará las veces de cámara rodante con Rob Slotemaker al volante.

56 pilotos han sido reclutados por la producción entre los que se cuentan nombres como Ickx, Siffert, Elford, Gregory, Piper, Bell, Attwood, Redman, Müller, Larrousse, Pilette, de Fierlant, Stommelen, Hailwood, Kelleners, Galli.... Su tarea: reemplazar a los actores en las escenas de alta velocidad. Solo Jonathan Williams recibe un pequeño papel en el film.



El piloto Teddy Pilette trabajó cuatro meses y cuenta: "no todo fue un lecho de rosas, a veces había que trabajar tres o cuatro días para filmar una escena de 30 segundos. Se volvía a empezar continuamente y el mas feliz de todos era McQueen que podía manejar todos los coches". Teddy Pilette había sido llamado por Jacques Swaters, importador belga de Ferrari que le hizo un enorme favor a McQueen: fue él quien logró que hubiera Ferraris disponibles para la filmación, a pesar del boicot que el Commendatore Enzo Ferrari en persona, había dispuesto cuando al leer el libreto se enteró que la victoria final en el film sería para...un Porsche.
En los accidentes, el argumento es mas equilibrado: una Ferrari y un Porsche terminan como fierros retorcidos. O no, pues en realidad los coches que chocan son dos Lolas "disfrazados" destruidos con profesionalidad. Pero por qué usar Lolas en vez de un 917 y una 512? la caja de cambios y el motor Chevy eran mas apropiados para ser controlados en accidentes y uno de ellos fue incluso radiocontrolado. No había otra solución para filmar un choque contra el guard-rail a 200 km/hora!

Video: Trailer Oficial de "Le Mans"



Una factura cara

Los efectos especiales fueron atractivos y caros. Fueron confiados a 3 especialistas: Sas Bedding (de "Bullitt"), Malcom King ( de "Battle of Britain") y Hubert Froehlich (supervisor de varios James Bond).Y luego están los efectos inesperados, una Ferrari que se incendia y el motor de un Porsche que se desinfla. En Mulsanne, McQueen escapa por poco a un accidente mortal y mucho peor: David Piper erra la entrada en una curva y el accidente termina costándole la amputación de una pierna. Pasan las semanas y el ambiente se tensa, el presupuesto se sobrepasa con lo cual se atrasan los pagos y los técnicos y extras van a la huelga. McQueen llora en el set y John Sturges renuncia diciendo que McQueen ha perdido "la lucidez", "Le Mans" es una caja vacía, sin argumento. El público no se atrae con un documental por bueno que sea.

El ojo del huracán

El actor Jacques Mayar describe el período así: "solo estuve unos diez días en el set pero me dí cuenta enseguida que McQueen quería el control total de cada detalle. Sturges no lo bancó mas y se fue dando un portazo". Steve consigue al director Lee Katzin que finaliza el film y hace algunas correcciones. El film aparece en 1971 y se teme lo peor. Sin embargo no: tiene buen ritmo, tomas excelentes y la música de Michel Legrand le vá muy bien. La historia de amor con Elga Andersen no es cursi y la caricatura de los directores de equipo (Mauro Forghieri y David Yorke) es excepcional. "Le Mans" es un éxito, nadie ha hecho una película mejor sobre automovilismo.

Desautorizado

Pero la crítica no está conforme, el film es lento, sin espíritu... aburrido!
Cómo puede uno entusiasmarse con un McQueen frío y mudo! Dice la primera palabra a los 28 minutos de film...
El público coincide con la crítica y los ingresos (salvo en Japón) son desastrosos. Steve se desilusiona y su empresa Solar cierra. Él, por su parte nunca más tomará parte en competencias.
Una lástima. Porque quien hoy vea "Le Mans", verá que el film no ha envejecido ni un solo día y eso es un signo inequívoco de calidad.