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Oleada de muertes falsas de famosos en Internet tras el fallecimiento de Jackson

Harrison Ford, Natalie Portman y George Clooney son algunos de los famosos sobre los que pesó un 'bulo'.


Desde la muerte de Michael Jackson se han disparado en Internet los rumores sobre truculentas muertes de famosos. Jeff Goldblum, Natalie Portman, George Clooney o Harrison Ford estarían muertos si se hiciera caso a la Red.
Además, hay páginas cuyo único fin es el de crear este tipo de bulos.


Ha sido la peor semana en la historia del espectáculo, al menos para los que se creen todo lo que leen en la Red: tras Michael Jackson, Jeff Goldblum, Natalie Portman y George Clooney, entre otros, dejaron supuestamente este mundo.

Afortunadamente, ni Goldblum, ni Portman ni Clooney han fallecido, pero todos fueron dados por muertos en varios sitios y redes sociales de Internet, donde las noticias de presuntas muertes de famosos han sido recurrentes en los últimos días.

La rapidez con la que la información se mueve en la Red hace cada vez más difícil contrastar y frenar falsedades y, algunas veces, hasta los lectores más avezados tienen problemas para distinguir la noticia real del bulo.

A fin de cuentas, el cómico estadounidense Ed McMahon, la actriz Farrah Fawcett y el rey del pop Michael Jackson fallecieron en el transcurso de sólo dos días, por lo que muchos pensaron que otra celebridad muerta más entraba dentro de lo posible.

Muchos de los falsos rumores de las últimas jornadas se difundieron a través de la página fakeawish.com, propiedad de Rich Hoover, donde los lectores pueden introducir nombres de famosos en cinco plantillas con noticias falsas, casi todas sobre defunciones.

Aunque los usuarios de fakeawish.com saben que se trata de invenciones, las presuntas muertes se extendieron como la pólvora en Facebook o Twitter, donde muchos las dieron por verdaderas. Así, Natalie Portman falleció supuestamente al despeñarse por un acantilado en Nueva Zelanda, donde también desapareció el actor Jeff Goldblum.

Según otro de los bulos que han circulado estos días, el avión en el que viajaba George Clooney desapareció cuando sobrevolaba en estado de Colorado y su representante tuvo que contestar a decenas de llamadas de amigos del actor alarmados por su posible muerte.

Britney Spears también nos dejó esta semana según diversos mensajes publicados en Twitter, donde los representantes de la cantante emitieron el domingo un desmentido de menos de 140 caracteres, el máximo permitido por la página de micro-blogging.
Los autores del bulo sobre la muerte de Rick Astley utilizaron un comunicado con un logotipo falso de la agencia de noticias AP

Otra celebridad que ha pasado recientemente a mejor vida en muchos sitios de Internet es Harrison Ford, cuyo yate fue alcanzado por un rayo, según estas versiones, mientras navegaba en medio de una tormenta en Saint Tropez. La noticia de la muerte del ídolo de los ochenta Rick Astley circuló por iReport.com, una página de noticias propiedad de la cadena CNN donde son los usuarios los que publican los contenidos.

Esta web saltó a la fama hace algunos meses después de que publicara que Steve Jobs, consejero delegado de Apple, había sufrido un ataque al corazón. Jobs se encontraba perfectamente, pero la noticia provocó un desplome en las acciones de la compañía ese día.

Los autores del bulo sobre la muerte de Rick Astley utilizaron un comunicado con un logotipo falso de la agencia de noticias AP asegurando que el cuerpo del cantante había sido encontrado sin vida en un hotel berlinés.

Ayer, martes, Astley era uno de los nombres más "twitteados" y el vídeo de su tema Never gonna give you up acumulaba hoy 18 millones de visitas en YouTube, lo que demuestra que una muerte, aunque sea falsa, nunca viene mal para incrementar la popularidad.

Jeff Goldblum, por su parte, recibió una gran atención mediática tras ser dado por muerto y hasta apareció en el programa del cómico estadounidense Stephen Colbert, quién bromeo considerándole aún fallecido aunque se encontraba en el estudio.

La pàgina de Fakeawish también se está beneficiando de tanto rumor fúnebre: la página recibe normalmente unos cuantos miles de visitas al día, pero este fin de semana el tráfico ascendió hasta el medio millón.

Entrevista al actor Dan Aykroyd con motivo del videojuego "Los Cazafantasmas"

Aykroyd caracterizado en el videojuego


A diferencia del cine, los programadores tienen en sus manos la historia. 'Cuanto más se aleja el escritor de este proceso, mejor es el resultado'. Al doblar los personajes: 'Parecía esa atmósfera de hace 25 años'

Cuesta imaginarlo en otro papel que no sea el del científico Raymond 'Ray' Stantz, pero Dan Aykroyd, además de cargarse la mochila a la espalda y perseguir ectoplasma por las calles de Nueva York, fue también uno de los guionistas de ambas películas. Se ha puesto detrás de la pluma, también, para el videojuego.

¿Cuál es la diferencia fundamental entre un guión de videojuego y uno para Hollywood?

Creo que la diferencia más evidente es que en el cine los técnicos están al servicio de la historia mientras que en los videojuegos los programadores son los que tienen en sus manos la capacidad de crear cosas sorprendentes. Cuanto más se aleja el escritor de este proceso, mejor es el resultado porque ellos son realmente los que conocen los limites de lo que puede o no hacerse. En el juego 'Cazafantasmas' tuvimos la suerte de trabajar con un equipo con el que nos entendíamos a la perfección y que han sabido llevar muy bien el peso de la parte creativa. Conocían muy bien la historia de 'Cazafantasmas' y eran fans de las dos películas. Al margen de eso hay que tener en cuenta que un guión de cine normal suele tener unas 120 páginas, ¡el de un videojuego supera las 600!

¿Mejor hacer una película?

Aceptar que vas a hacer un videojuego en lugar de una película no es fácil, no puedo negarlo, y hubo momentos durante la creación de los guiones en las que parecía que estabas escribiendo para el cine y tenías que contenerte y pensar "no, esto va a ser un videojuego". Actuar en un juego es también muy diferente porque no se requiere la presencia física pero como quedamos para grabar las voces y demás a veces parecía que recuperabas esa atmósfera de hace 25 años. Mentiría si dijera que no espero que este juego, si tiene éxito, nos lleve a hacer una nueva entrega para el cine.

¿Cómo sería la nueva entrega?

La idea es que la vieja generación de Cazafantasmas ya no puede soportar los esfuerzos que requiere el trabajo y necesita sangre nueva en los uniformes. Si conseguimos actores jóvenes que puedan mantener el tono humorístico de las dos primeras entregas puede ser una gran película. Pero sinceramente, considero este juego como una tercera entrega de la saga y quienes jueguen sentirán lo mismo.

¿Espera atraer a los viejos fans de la saga o apuesta por ganar nuevos?

Muchos de los que fueron a ver Cazafantasmas al cine siguen jugando con videojuegos de forma habitual y ahora, además, son también padres. Creo que es un juego que podrán disfrutar tanto como disfrutaron de las películas pero que también servirá para que una nueva generación de espectadores conozca a los personajes y la historia de la película.

¿Cree que se ha exprimido a fondo la tecnología disponible para hacer este juego? ¿En que se diferencia de otros del género?

Sí, sin duda. Los programadores han hecho un trabajo increíble combinando lo mejor de las dos películas. ¡Y mira los efectos visuales! Es increíble como se ven los rayos de protones y los fantasmas. Todo eso era muy difícil de hacer en la época en la que grabamos las películas y ahora los ves en la pantalla y son perfectos, tienen un impacto visual mucho mayor que el que conseguimos hace 25 años.

Respecto al juego, creo que se trata de un juego interesante y muy distinto a otros del mercado. Para empezar no se trata de matar, sino de capturar y enviar al más allá a los fantasmas, esto ya supone una gran diferencia con la gran mayoría de los juegos del mercado, en los que abunda la violencia desmedida. Hemos tratado de mantener el tono simpático, humorístico y optimista de la película. También me gusta como se ha resuelto la combinación de tutoriales con la acción. Es un juego que engancha y te mete de lleno en el mundo de Cazafantasmas.

La Economía en el Tercer Reich



Una revisiòn sobre el rumbo econòmico del Tercer Reich. Una de las políticas del gobierno nazi fue ocuparse de la regulación de los precios de bienes y servicios, a conciencia de que tal intervención permitiría no sólo ejercer a plenitud, sino también acentuar progresivamente, el dominio económico del Estado sobre la sociedad. Ya lo decía Herman Goering, principal administrador de la economía de compulsión nazi: “Controlar precios y salarios, implica no sólo controlar el trabajo de la gente, sino también sus propias vidas”.

Los nazis acabaron conquistando el apoyo de la mayoría de los alemanes (clase obrera incluida). al presentarse con un programa tan popular como decidido, Los judíos sirvieron como chivo expiatorio tanto de la derrota en la guerra como de la crisis económica. Además al prometer a los tenderos, a los abogados, a los médicos, etc., la eliminación de los competidores judíos los nazis dispararon la codicia de mucha gente y supieron capitalizar el odio y el resentimiento contra una minoría fácilmente identificable. Es curioso que la minoría judía jamás fue identificada racialmente –desde luego no había bases fisiológicas que lo permitieran-, sino a través del examen de los registros públicos que desde mucho tiempo atrás se llevaban separadamente para anotar los nacimientos, matrimonios y fallecimientos de los fieles de las diversas religiones. El empobrecimiento de la clase media durante la hiperinflación, el desempleo generado por la crisis del 29 y el miedo al bolchevismo sólo contribuyeron al triunfo del nazismo en la medida en que las ideas nacionalistas y socialistas, enormemente populares previamente, fueron aceptadas en esos momentos de desorientación y crisis como panacea impostergable.

Congelación

En noviembre de 1936 -tres años antes de provocar la Segunda Guerra Mundial (1939-1945)-, el régimen nazi decretó la congelación de todos los precios, tanto regulados como libres, vigentes en Alemania hasta el mes anterior. Tal operación de manipulación y control se conoce como “economía de compulsión nazi” y fue congruente con el hecho de que, desde un comienzo, buena parte de la economía del Tercer Reich fue orientada hacia el armamentismo.

Entre los principales elementos de sustentación conceptual y funcional de la Economía de Compulsión Nazi cabe mencionar los siguientes:

1. El objetivo principal fue el de crear las bases para la construcción de la economía de guerra que sirviera de soporte fundamental al proyecto totalitario, expansionista y belicista de Hitler. Pero el resultado concomitante que se logró fue también importante para el régimen: Como producto de su ejecución, toda la economía alemana pasó a estar al servicio de los designios políticos del Führer, que incluían por supuesto su concepción de la guerra como el medio de hacer realidad sus delirios totalitarios, belicistas y expansionistas.

2. Por lo dicho antes, para el régimen nazi el control de precios, más que consistir en una medida de mero carácter coyuntural, constituía un elemento estructural fundamental de su proyecto totalitario a lo interno de Alemania, y belicista y expansionista como objetivo fundamental de su política exterior.

3. En virtud de los amplios, profundos y severos efectos que la economía de compulsión habría de tener sobre la sociedad alemana, el régimen nazi prestó especial atención a su formulación como política, a la organización de su aplicación y al diseño de los aspectos concretos de su ejecución, creando para el soporte de esta última medidas draconianas contra la resistencia de cualquier sector afectado.

4. Toda la gestión gubernamental realizada en función de la economía de compulsión fue enmascarada por los nazis con lemas o consignas de pretender “proteger” y “favorecer” al pueblo alemán. Con similar máscara se encubrió la verdadera naturaleza y propósito fundamental de su régimen (totalitarismo implacable), embanderándolo con el hermoso nombre de “nacional socialista” (elevado patriotismo con acendrada sensibilidad social).

La Compulsión Sistemática



El 26 de noviembre de 1.936, la Administración del III Reich decretó la congelación en el nivel existente el 17 de octubre de ese mismo año, de todos los precios "administrados" o libres, existentes en Alemania. Dicha medida no era más que el colofón del proceso de "domesticación de precios" que venía sufriendo Alemania desde la llegada al poder de los nazis casi cuatro años antes.

La Zwangswirtschaft o economía de compulsión nazi acabaría pasado a la historia por su sistemática y elaborada naturaleza, así como por las draconianas medidas que acompañaron su aplicación. Nunca antes y quizás tampoco nunca después, había visto el mundo algo similar. La explicación seguramente se encuentra en el hecho de que para los nacionalsocialistas el control de los precios no tenía la consideración de una medida coyuntural, sino que estaba enraizada en su proyecto político totalitario y belicista. Como confesaba Herman Goering, el principal administrador de la Zwangswirtschaft junto a Hjalmar Schacht y Walter Funk, en 1946 a un corresponsal americano: "Controlar los precios y salarios, implica no sólo controlar el trabajo de la gente, sino también sus propias vidas. Ningún país puede conformarse sólo con hacer parte del trabajo."

En efecto, Hitler se valió de la economía de compulsión para construir la economía de guerra que constituía el núcleo central de su programa. La enorme cantidad de recursos que los nazis necesitaban vampirizar de la economía alemana, iba a ser obtenida mediante el viejísimo procedimiento de imprimir papel moneda para el gobierno en grandes cantidades. Incluso la gente poco versada en economía sabe que dichas prácticas producen la subida generalizada de los precios, por el desajuste entre una demanda incrementada y una oferta constreñida por limitaciones de naturaleza más poderosa que la disponibilidad de tinta papel y sello.

Los nazis tenían claro que tras la experiencia de la hiperinflación alemana del 23, con la gente especialmente sensibilizada a los incrementos de precios, estas prácticas inflacionistas podían significar una creciente impopularidad. Es por ello que Schacht comienza a establecer sucesivamente precios máximos sobre aquellos artículos que van viéndose afectados por la inflación. Una vez que el gobierno se embarca en controlar precios, el proceso de compulsión ya no se detiene. La combinación de más dinero en las manos del gobierno y del público, con los precios invariables tipificados para algunos productos, hace que la oferta ya no pueda satisfacer a todos aquéllos que están dispuestos a pagar el precio que se pide. Aparecen así sucesivamente las colas, los desabastecimientos, la acumulación por parte de los consumidores de cualquier producto que tienen la suerte de encontrar en las tiendas, se tenga o no necesidad perentoria de él y finalmente el racionamiento. El economista francés Jacques Rueff relataba con una anécdota cómo funcionaba la política económica alemana: "Durante mi visita a Schacht le comunicaron que ya no era posible encontrar bañeras en ninguna tienda. Bien, dijo Schacht, mañana publicaremos en el Boletín Oficial su racionamiento."

Pero si por el lado de la demanda, los precios máximos creaban desequilibrios, por el lado de la oferta, los efectos eran todavía más devastadores. El establecimiento de precios máximos se produjo inicialmente en el área donde las quejas de la población eran más intensas (bienes de consumo de gran demanda), mientras que el precio aún no controlado de los factores que servían para su producción, iba incrementándose y situando en pérdidas a los empresarios de estos sectores. Con el fin de escapar de la quiebra, los productores redujeron la calidad de los productos primero y comenzaron a abandonar la producción, después. Para evitarlo, el control de precios se extendió a los factores productivos. Posteriormente, en aras de evitar la desviación de estos factores hacia otros sectores donde los precios de consumo no estaban controlados y por tanto el margen entre costes congelados y precios en aumento era más atractivo, los controles de precios y también los racionamientos, fueron extendiéndose prácticamente a todos los bienes y servicios fueran de consumo, capital, materias primas o trabajo.



Paradojas del destino, conviene señalar que Schacht vio enormemente facilitada su labor por el legado económico que recibió de las políticas socialdemócratas de la República Weimar. Por ejemplo, cuando los nazis alcanzaron el gobierno se encontraron con un sistema bancario ya nacionalizado de facto, que utilizaron a su antojo para generar el crédito inflacionario. La "nacionalización" había sido resultado del proceso de rescate de la maltrecha banca alemana con fondos públicos inyectados a cambio de masivas participaciones en el capital de dichos bancos. Igualmente, los nazis heredaron una industria cartelizada por las regulaciones que permitiría controlar los precios a gran escala, un fortísmo poder sindical que ya impedía la negociación laboral al margen del síndicato y un sistema de arbitraje gubernamental en caso de discrepancias entre sindicatos y empresas, que en realidad significaba la posibilidad de fijar los salarios "políticamente". Con dicho instrumental, en muy poco tiempo toda la economía alemana pasó a servir los designios políticos de Hitler.

Cambiar la naturaleza de las acciones humanas y por tanto las leyes de la economía es algo que no está en manos de un gobierno, por muy poderoso que éste sea y por mucha violencia que utilice. Ni siquiera los nazis pudieron evitar que apareciesen uno tras otro, todos los efectos que inevitablemente acaban acompañando a la inflación reprimida mezclada con socialismo. Aparecieron los mercados negros y la corrupción de los burócratas que asignaban y desviaban factores productivos para atender dichos mercados. Un fenómeno bien ilustrado por ejemplo en La lista de Schindler. Es curioso advertir que entre los factores que se desviaban estaba la mano de obra esclava y es que, la existencia de ésta, es requisito imprescindiblle para hacer funcionar una economía socialista en la que los salarios no pueden subir y atraer a los trabajadores a las ocupaciones más necesarias, aunque estas sean desagradables. Apareció así, el fenómeno de la militarización del trabajo del que había hablado Marx y ya había implementado Trotski.

La uniòn de dos poderes


Como siempre que se imponen los controles de precios, se generalizó el trueque y también la venta de "paquetes de productos" que mezclaban productos con precio controlado con otros de precio libre, sobre los que se producía la negociación. Reisman relata en The Vampire Economy, con una anécdota, cómo fijaba sus precios un pequeño criador de cerdos. El cerdo se vendía como era obligatorio al precio establecido por las autoridades. Nuestro hombre exigía sin embargo, como condición para la venta, la adquisición al mismo tiempo de un perro por un precio que poco tenía que ver con el valor del can, pero sí mucho con el valor real del puerco. El comprador solía abandonar el perro a pocos kilometros y éste acaba reuniéndose con su dueño, listo para entrar en una nueva operación.

Lejos de constituir el peor aspecto del problema, los mercados negros sirvieron para evitar el caos absoluto de los desabastecimientos. Eso sí, a costa de convertir a millones de personas decentes, en infractores de la ley. En sus etapas finales, la economía alemana absolutamente devastada por la guerra, se encontraba con paradojas como que, en medio de un hambre generalizada, un sombrero (sin precio controlado) costaba millones de veces más que una hogaza de pan (sobre la que sí existía precio máximo).

La Economía Suiza colaboró con el Nazismo



Los industriales y empresarios de las ramas de la electricidad y de ferrocarriles contribuyeron con las potencias del Eje. “Muchos industriales suizos desarrollaron durante el nazismo buenas relaciones con Alemania, con lo que colaboraron al despegue de la economía de ese país y, de esa manera, sostuvieron al régimen nazi”, destacan las investigaciones del grupo de historiadores e investigadores.

Medio centenar de especialistas, reunidos bajo la égida de François Bergier estudian desde 1996 el papel que jugó Suiza durante la Segunda Guerra Mundial. En particular, el volumen y destino de los bienes que transitaron por este país antes y después de la guerra (en la época del nacional-socialismo).

Para algunos dirigentes de empresas suizas no constituyó una preocupación el hecho de emplear trabajadores forzados en sus filiales alemanas. Esas empresas se plegaron a la política racista de los nazis reemplazando a sus dirigentes judíos por ‘arios’. El informe sobre la industria química demuestra, sin embargo, las diferencias de actitudes según las firmas.

El grupo financiero de Basilea, Interhandel, antigua filial del gigante químico alemán IG Farben, absorbido por la UBS en 1967, es un caso particular. Las pesquisas que lo abordaron dan cuenta de una serie de indicios en torno a una estrecha colaboración con el sector empresarial nazi durante la guerra.

El suministro de energía eléctrica representa una de las principales colaboraciones de la economía suiza al Tercer Reich. Las investigaciones en esta área muestran, sin embargo, que la Confederación Helvética rehusó incrementar el abastecimiento a pesar de las crecientes demandas alemanas durante la guerra.

El tránsito ferroviario a través de Suiza constituye otro servicio prestado a las naciones del Eje. Alemania pudo de esa manera entregar grandes cantidades de carbón a Italia, sin excluir el tránsito del material bélico. El estudio sobre el particular pone también de relieve que más de 180.000 trabajadores italianos fueron llevados a Alemania a través de Suiza.

Esos transportes se suspendieron luego de la ocupación de la península en 1943.
De acuerdo con otro informe, el sistema de compensación ‘clearing’ aplicada por el reglamento de intercambios comerciales suizos con Alemania e Italia permitió a esos países financiar sus compras, en particular las militares, sin tener que recurrir a sus reservas de divisas.

En efecto, durante la guerra, Suiza otorgó a esos países créditos ‘clearing’ por un total de 1,3 mil millones de francos. En compensación, las empresas suizas podían exportar sin riesgo.

Suiza sirvió también de puente para los bienes culturales procedentes de Alemania y de los territorios ocupados. El reporte respectivo indica no obstante, que Suiza acogió más objetos de arte que sus propietarios legítimos querían salvar (bienes en fuga), que obras robadas por los nazis (bienes espoleados).

Un estudio realizado por la Universidad de Zúrich muestra que la prensa suiza de la época casi no criticó los lazos económicos con Alemania. Tampoco el asunto de los refugiados fue considerado como un problema político y los ocho periódicos analizados apenas le dieron un trato marginal.

La mayor parte de las personas que desempeñaron algún papel durante esa época no actuaron por convicción ideológica, según reveló el presidente de la Comisión, Jean-Francois Bergier en su introducción.

Los empresarios suizos tenían en cuenta la suerte de sus negocios ante la perspectiva incierta de la post-guerra. Señala que son pocos aquellos que amasaron un verdadero “provecho de la guerra”.

Subrayó asimismo que los compromisos contraídos por los dirigentes suizos públicos o privados, no modificaron la determinación nacional de independencia, democracia y federalismo. Por el contrario, añadió, se observó, desde una política pragmática, y en medio de equilibrios precarios, una garantía de esos valores.

El artista Damien Hirst rechaza ser miembro de la Royal Academy of Arts

Damien Hirst


Se desconocen sus motivos. Algunos artistas de los 50 y 60 repudiaban la institución por 'obsoleta'. Tracey Emin y otros artistas iconoclastas sí han aceptado la invitación. Hirst seguirá exponiendo sus polémicas obras en la prestigiosa galería

El artista británico Damien Hirst ha rechazado la oferta de convertirse en académico de la Royal Academy or Arts londinense, institución fundada en 1768 por el rey Jorge III de Inglaterra.

Así lo ha revelado en declaraciones al 'Evening Standard' el secretario y director ejecutivo de la institución, Charles Saumarez Smith, quien dice ignorar las razones de ese decisión.

A diferencia de Hirst, su colega Tracey Emin, que hizo de su cama sucia una instalación artística, sí ha entrado en esa venerable institución, como también otros artistas iconoclastas de su generación.

Según Saumarez Smith, hay artistas que han aceptado la invitación a convertirse en académicos y otros no: entre esos últimos los hay tan reputados como Lucian Freud, Howard Hodgkin y Paula Rego.

Algunos artistas que se formaron en los años 50 y 60 tenían "grabado en la mente que la Royal Academy era un obsoleto bastión de la tradición", pero eso ha cambiado totalmente, explica, con las generaciones más jóvenes, que "se muestran entusiastas y nos apoyan".

El hecho de no ser miembro de la Royal Academy no le impide, sin embargo, a Hirst exhibir allí sus obras. Así, en la actual Exposición de Verano, abierta a famosos y desconocidos, ha presentado una escultura en plata de San Bartolomé desollado y que lleva su propia piel colgando de un brazo.

Crean el mapa de la Tierra más completo



Será de uso gratis.

La Tierra tiene un nuevo mapa, y es el más completo realizado hasta ahora. Con 1,3 millones de imágenes que cubren el 99% de la superficie terrestre, el nuevo mapa digital se podrá descargar de forma gratuita en internet.

El proyecto es fruto de una colaboración entre la NASA y el ministerio de Industria japonés. Las fotografías han sido tomadas con la tecnología Aster por el satélite 'Terra', dedicado a misiones de monitorización y conocido por su papel clave en los estudios sobre proliferación de algas o erupciones volcánicas, según informa la BBC.

"Se trata del banco de datos digital sobre elevaciones y relieves más completo y global jamás realizado", dice Woody Turner, científico de la misión Aster de la NASA. "Será útil para una amplia gama de disciplinas que requieren información sobre elevaciones y terrenos".

Hasta ahora, el mapa topográfico más completo era otro elaborado en el Shuttle Radar Topography Mission, realizada por el transbordador 'Endeavour' de la NASA en febrero de 2000, que cubría un 80% de la superficie terrestre. Los resultados eran menos precisos, sin embargo, en ciertas áreas, como los desiertos.

"Los datos globales que proporcionará este mapa será muy útil para los investigadores de una amplia gama de disciplinas que necesitan información geográfica detallada", asegura Turner.

Entre las áreas de investigación que más podrán aprovechar el nuevo mapa están la ingeniería, la exploración energética, la conservación de los recursos naturales, la gestión del medio ambiente, el diseño de obras públicas, la extinción de fuegos y la planificación urbanística.

«Los datos de Aster van a llenar muchos de los huecos que nos quedaban por llenar tras la misión que realizamos con el transbordador, para que obtengamos un mapa topográfico mucho más completo», concluye el científico de la NASA Michael Kobrick.

La Alemania Nazi se ganó al pueblo mediante el robo



Hitler se ganó el favor de los ciudadanos mediante el robo. De esta forma, creó un estado popular. Los nazis se preocuparon de “distribuir” la riqueza robada a sus ciudadanos.

“Quien no quiera hablar de las ventajas que obtuvieron millones de alemanes de a pie, no debería hablar del nacionalsocialismo y del Holocausto”. Así termina “El Estado Popular de Hitler” (Hitlers Volksstaat), un libro del periodista e historiador Götz Aly puesto a la venta en Alemania.

“Robo, guerra de raza y socialismo nacional” es el subtítulo de esta obra de 464 páginas cuyo autor, nacido en 1947 en Heidelberg ha publicado varios libros sobre el racismo, la eutanasia y el Holocausto: “Poder. Espíritu. Locura. Lo permanente en el pensamiento alemán”, 1997; “Solución final”, 1998; “Ideólogos de la aniquilación”, 2001; “Raza y clase”, 2003; “El último capítulo” (sobre los judíos húngaros) 2004.

“Señor Aly, usted sabrá lo que hace, pero esta vez parece que se ha equivocado: normalmente nadie pide esos documentos”. Al citar esa frase de un funcionario del Archivo Militar de Friburgo de Brisgovia, Aly presenta una insólita realidad: después de sesenta años, todavía es posible descubrir novedades acerca del régimen nacionalsocialista. En este caso, la novedad no es tanto que el Estado nazi fuera una máquina de robar, sino la evidencia de que se preocupó de “distribuir” la riqueza (robada) a sus ciudadanos. El mismo día en que su libro se puso a la venta, Aly respondía así ante la pregunta de Die Welt sobre una presunta culpa colectiva: “No puedo responder. Yo mismo estoy sorprendido por los resultados de mi investigación”.

Pan y circo: Estado Popular mejor que Dictadura

Para Aly, pintar a los nazis como sangrientos criminales y a los alemanes de entonces como ciegos fanáticos puede resultar tranquilizante (porque algo así parece imposible que se repita). Pero eso dificulta la comprensión del fenómeno y, sobre todo, es sencillamente falso. El hundimiento de Alemania tras la Primera Guerra Mundial provocó una enorme protesta social. Y los nazis acallaron esas protestas... con dinero. Al ciudadano de a pie (llamado durante el nazismo “camarada popular”, Volksgenosse), se le alivió la presión tributaria, que recayó sobre las empresas. Durante la guerra, se estableció la seguridad social para los pensionistas. Ningún país pagó mejor a las mujeres-soldado que Alemania. Todo a costa del patrimonio de los judíos y de los países ocupados. Lo único que exportaba Alemania era inflación, según documentos de la administración financiera alemana para países ocupados, hasta ahora ignorados por los historiadores.

Aly está fuera de sospecha de simpatizar con el nazismo: trabaja habitualmente en Israel y Estados Unidos, en 2002 recibió el premio de literatura Heinrich-Mann (establecido en 1953 por la extinta República Democrática) y en 2003 el premio Marion Samuel, establecido en 1996 por la fundación Erinnerung (Recuerdo) para combatir todo intento de relativizar los crímenes del nazismo. Así que nada de incorrecto hay en hablar de Hitler, sus ministros y secretarios de Estado, y de los jefes provinciales nazis (Gauleiter) como “clásicos políticos de opinión” porque se preguntaban a diario cómo mejorar el bienestar de la mayoría de los alemanes. La opinión pública les preocupaba, y compraban el asentimiento o al menos la indiferencia con privilegios tributarios y millones de toneladas de comestibles robados, y con las propiedades expropiadas a los judíos en toda Europa. A los alemanes no les había ido nunca tan bien como durante la segunda guerra mundial.

Hablar de régimen o dictadura nazi resulta para Aly insulso. Estado Popular no sólo es más exacto: es la expresión que entonces se usaba, y refleja la realidad mejor que las otras. El Estado Popular hitleriano no consiguió simplemente “acallar” a las masas, sino integrarlas y movilizarlas. Con frecuencia se evita preguntarse el por qué. La respuesta es que fue con sencillas exenciones tributarias para el ciudadano corriente, como las que se siguen usando hoy. El déficit de aquella “dictadura del bienestar” llegó a ser “de locura”, según Aly, y se financió con crímenes. El exterminio de los judíos, presentado habitualmente como fruto de mera maldad, procedía en realidad de cálculos “banales”. La diferencia entre el Estado nazi y el actual Estado del bienestar es clara: el precio del bienestar social del primero lo pagaron con sus propiedades y su vida muchos millones de personas.

Los alemanes, principales beneficiarios, pero no únicos responsables

En el estudio que escribió con Christian Gerlach sobre los judíos húngaros, Aly prefirió dejar para los historiadores húngaros la cuestión de la “colaboración”. Hoy no duda en afirmar que, a pesar de que la presión política a favor de la deportación procedía de Hungría y de que se creó la apariencia de que los bienes de los judíos quedaron allí, el dinero fue a parar a Alemania.

Aly trabajó durante años en las páginas de opinión del diario Berliner Zeitung, cuyos lectores en buena parte procedían del partido socialista de la República Democrática, y sabe de sobra que los comunistas se negaban a pagar indemnizaciones porque para ellos los únicos culpables eran “los capitalistas”. Como historiador, conocía el beneficio que las cajas de pensiones habían obtenido durante el nazismo, y propuso desde el periódico que los jubilados deberían pagar durante cinco años el 3 % de sus rentas a las víctimas del nazismo. La respuesta de los lectores dejó claro que había que esperar.

Para Aly, parte del problema se deriva de la clásica manipulación de la historia con la que, demonizando el pasado, se trata de justificar el presente: “las biografías del siglo XX y los volúmenes del Boletín Oficial del Estado entre 1933 y 1945, cuyas disposiciones siguen esencialmente en vigor, se percibe inmediatamente hasta qué punto pueden estar entrelazados el mal y el bien”, declaró a Die Welt. Sus reflexiones se extienden a los movimientos sociales europeos tras la primera guerra mundial: “Auschwitz es el caso extremo de esos proyectos políticos. El concepto de que los progresos sociales, para ganar en igualdad, se realizarían a costa de terceros, no era específicamente alemán. Pero sí fue llevado a cabo con particularidad radicalidad y energía asesina por alemanes con ayuda de otros muchos europeos”.

Del antisemitismo al racismo, pasando por el igualitarismo

Lo característico de la Alemania nazi, según Aly, es que en ella se produjo la fusión del antisemitismo europeo del siglo XIX con el fondo racista que subyacía en el concepto de comunidad nacional (literalmente “comunidad de pueblo”, Volksgemeinschaft). A diferencia de otros países occidentales, este concepto apuntaba para los alemanes a una referencia de sangre, puesto que los alemanes estaban, a la vez, divididos en varios Estados alemanes (Alemania, Austria, Suiza en parte) y extendidos por otros Estados no alemanes. En el Tercer Reich, el nazismo integró el antisemitismo dentro de sus concepciones racistas como un elemento necesario para conseguir la igualdad: era el instrumento que haría realizable la sociedad igualitaria de todos los alemanes. Desde este punto, para Aly, “el racismo es también hijo del igualitarismo” del siglo XX y de la modernización social, supresión de clases incluida, que prometía el nazismo.

Desde este punto de vista, la “solución final” de los nazis resulta incomprensible si sólo se consulta la documentación referida a la “cuestión judía”. “La arización (expropiación de los judíos en favor de los “arios”) no favoreció en primer lugar a los grandes bancos o al llamado monopolio del capital. La arización fue ante todo un reparto a favor del hombre de la calle. Sólo así se comprende que aún hoy los checos sigan manteniendo cerradas a cal y canto sus actas de arización. Y es que su apertura mostraría inmediatamente que, ya en 1941-42, mucho más de la mitad de las propiedades judías en Bohemia y Moravia se repartieron en beneficio de los trabajadores checos, y que no es cierto que se quedara por casualidad en el país a raíz de la derrota de 1945. En Varsovia, Ámsterdam o París, sólo en raras excepciones se traspasaron las propiedades judías a manos de alemanes o austriacos.”

En sus declaraciones a Die Welt, Götz Aly asegura que el “revisionismo” que se plantea hasta cuándo habrá que estar hablando de indemnizaciones no sólo no es nuevo, sino que cada vez es más débil: presente ya en 1949, acompañó toda la “era Adenauer” y la mitad de la época de Kohl. “El trabajo de los historiadores ha permitido que se establezca un consenso acerca de los hechos históricos”. También los monumentos en los campos de concentración han mejorado: “son más sencillos y más diversos en su presentación, es decir, históricamente más justos. En cualquier caso, no debería obligarse a los jóvenes a visitar determinados monumentos. Revivir el pasado es siempre una tarea personal y libre. Por eso me molesta el carácter exhibicionista del monumento al Holocausto en Berlín. Si aún no se logra dar con un texto adecuado para poner allí, ¿cómo es posible que hayan dado con la forma estética adecuada?”

Un multimillonario británico decide 'sortear' su patrimonio a través de Internet



Ha puesto en marcha el concurso 'Gana una nueva vida'. El ganador se llevará su mansión, deportivo y yate. Este banquero decidió cambiar su vida tras divorciarse.

Gana una nueva vida. Es el concurso puesto en marcha por un millonario británico que ofrece al ganador su mansión, su coche deportivo y barco. Tras divorciarse de su esposa hace nueve meses, Andrés Paul, de 38 años, decidió cambiar radicalmente su vida y pasar más tiempo con su hijo.

Por ello, este banquero londinense abandonó su empleo y decidió deshacerse de su mansión, su Aston Martin y su yate para dar a alguien la oportunidad de disfrutar de ese nivel de vida.

El concurso lanzado en la web Win A New Life desafía a los participantes a colocar una bola de golf animada por ordenador sobre una fotografía de Paul mientras balancea su palo. La persona que coloque la pelota en la posición correcta antes de que se cierre la competición el 19 de agosto, se llevará el premio gordo.

Iniciar una nueva vida

Eso sí, el intento vale casi 22 euros. Habrá un máximo de 200.000 intentos, lo que dejaría a Paul más de cuatro millones de euros. Si se venden menos de 150.000 entradas, Paul se reserva el derecho de mantener la casa, el coche y el barco y ofrecer al potencial ganador un premio en efectivo de entre 10.000 a 1 millón de libras esterlinas.

Paul contó al diario británico Telegraph que las ganancias del concurso le podían dar una base para iniciar una nueva vida.

El pendrive de 16 gigas más pequeño hasta ahora diseñado



El tamaño de este dispositivo es tan reducido que apenas sobrepasa en 5 milímetros las dimensiones del propio conector. El precio del lápiz en el mercado es de 136 dólares.

Su tamaño es tan ínfimo que se podría confundir con una tapa más que con un dispositivo USB. La compañía japonesa Buffalo ha presentado un nuevo modelo de pendrive de 16 GB que entra en el primer puesto en la batalla por ser el de menor dimensión del mundo con esa capacidad de almacenaje.

La unidad de almacenamiento masivo es tan sólo 5 milímetros más larga que el propio conector USB y en dicho pequeño espacio alberga nada menos que 16 GB. La forma estética final una vez conectado es como un tapón para el conector USB en cuestión y está disponible en tres colores, rojo, negro y blanco.

El diseño recuerda al transmisor inalámbrico del ratón Logitech VX Nano. Lo único grande de ese dispositivo es el precio: 136 dólares. Una cantidad elevada, pero que refleja lo que es un gran hito en el mundo de la miniaturización.

Los Escritores Perseguidos por el Tercer Reich



Los nazis quemaron libros y persiguieron a los autores que ya sea por su raza o sus convicciones, tenían que ser desterrados fisica y culturalmente de Alemania.

El nazismo, como el comunismo, no fue un simple fenómeno político, sino que implicaba también su propia cosmología ideológica, mítica y hasta filosófica, por lo que obligó a los escritores de su tiempo a posicionarse de un modo u otro.

Ante el auge del nacionalsocialismo, los escritores alemanes (y de los países “anexionados” o conquistados por los nazis) -como los intelectuales y los artistas- asumieron actitudes diferentes: desde el entusiasmo y el apoyo o la pertenencia al partido nazi hasta la oposición, el exilio o el exilio interior. También el régimen nazi actuó de forma muy diferente frente a los escritores: muchos fueron perseguidos, internados en campos de concentración y asesinados; otros, fueron prohibidos, obligados al silencio o al exilio; otros, finalmente, fueron festejados. No sólo escritores alemanes se vieron afectados por la persecución. Cualquier listado simplifica en exceso, categorizando situaciones humanas y artísticas que pueden ser muy complejas. Por eso, conviene remitir a los artículos particulares para comprender los matices de cada situación.

Escritores víctimas de los nazis

Tadeusz Boy-Zelenski, († fusilado en Lemberg en 1941)
Helga Deen, († campo de concentración de Sobibor 1943)
Felix Fechenbach, († cerca de Warburg, asesinado en 1933)
Else Feldmann, († campo de concentración de Sobibor 1942)
Anne Frank, († campo de concentración de Bergen-Belsen 1945)
Julius Fucik, († ejecutado en 1943 en Berlin-Plötzensee)
Mordechaj Gebirtig, († Ghetto de Cracovia 1942, asesinado a tiros en la calle)
Peter Hammerschlag, († en el campo de concentración de Auschwitz en 1942)
Albrecht Haushofer, encarcelado en Berlín y asesinado en 1945 cerca de la cárcel por miembros de las SS
Georg Hermann, († en el campo de concentración de Auschwitz en 1943)
Franz Hessel, († Sanary-sur-Mer en 1941, durante la huida, de agotamiento)
Rudolf Hilferding
Etty Hillesum, († en el campo de concentración de Auschwitz en 1943)
Jakob van Hoddis, († presumiblemente en el campo de concentración de Sobibor en 1942)
Max Jacob,(† en el campo de concentración de Drancy en 1944)
Milena Jesenská, († en el campo de concentración de Ravensbrück en 1944)
Jizchak Katzenelson, († en el campo de concentración de Auschwitz en 1944)
Marcell Klang, († en el campo de concentración de Mauthausen en 1942)
Erich Knauf, († ejecutado en la prisión de Brandenburg en 1944)
Gertrud Kolmar, († en el campo de concentración de Auschwitz en 1943)
Anton de Kom, († en el campo de concentración de Neuengamme en 1945)
Alma Maria König, († en el ghetto de Minsk, tras ser deportada, en 1942)
Janusz Korczak, (asesinado en 1942 en Treblinka)
Paul Kornfeld,
Adam Kuckhoff, († ejecutado en 1943 en Berlin-Plötzensee)
Walter Lindenbaum, († en el campo de concentración de Buchenwald en 1945)
Fritz Löhner-Beda, († en el campo de concentración de Auschwitz en 1942, apaleado)
Selma Meerbaum-Eisinger, († campo de trabajo Michailovska en 1942)
Erich Mühsam, († campo de concentración de Oranienburg en 1934)
Arno Nadel
Irène Némirovsky, († en el campo de concentración de Auschwitz en 1942)
Karel Polácek, († en el campo de concentración de Auschwitz en 1944)
Friedrich Reck-Malleczewen, († en el campo de concentración de Dachau en 1945)
Ruth Rewald, († en fecha desconocida en Auschwitz, a donde fue deportada en 1942)
Bruno Schulz, († en Drohobytsch (Ucrania) en 1942; asesinado a tiros en la calle por un miembro de la Gestapo)
Jura Soyfer, († en el campo de concentración de Buchenwald en 1939)
Else Ury, († en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau en 1943)
Vladislav Vancura, († en Prag en 1942, asesinado a tiros)
David Vogel, († en Auschwitz, presumiblemente en 1944 o 1945)
Ilse Weber, († en Auschwitz, en 1944)
Theodor Wolff, († en Berlín en 1943, tras los malos tratos recibidos en la cárcel)

Escritores perseguidos por los nacionalistas

La lista contiene los nombres de escritores que fueron perseguidos, encarcelados, llevandos a campos de concentración. Algunos de ellos optaron por el exilio. Algunos fueron a la emigración aun sin haber sido directamente perseguidos, por el clima social que se estaba creando, por discriminación de alguien de su familia o por evitar posibles persecuciones:

Jean Améry
Stefan Andres
Ernst Angel
Bruno Apitz
Rose Ausländer
Kurt Barthel
Johannes R. Becher
Lilly Becher
Richard Beer-Hofmann
Schalom Ben-Chorin
Bertolt Brecht
Willi Bredel
Hermann Broch
Elias Canetti
Elisabeth Castonier
Eduard Claudius
Louis de Wohl
Inge Deutschkron
Alfred Döblin
Hilde Domin
Albert Drach
Fritz Erpenbeck
Lion Feuchtwanger
Bruno Frank
Leonhard Frank
A. M. Frey
Erich Fried
Salomo Friedlaender
Georges-Arthur Goldschmidt
Oskar Maria Graf
Alfred Grosser
Henriette Hardenberg
Walter Hasenclever
Paul Hatvani
Stephan Hermlin
Max Herrmann-Neisse
Stefan Heym
Edgar Hilsenrath
Ödön von Horváth
Richard Huelsenbeck
Walter Huder
Heinrich Eduard Jacob
Georg Kaiser
Alfred Kerr
Imre Kertész
Hermann Kesten
Irmgard Keun
Heinar Kipphardt
Egon Erwin Kisch
Ruth Klüger
Annette Kolb
Siegfried Kracauer
Werner Kraft
Lola Landau
Else Lasker-Schüler
Otto Lehmann-Rußbüldt
Alexander Lessin
Rudolf Leonhard
Primo Levi
Jakov Lind
Fritz Löhner-Beda
Emil Ludwig
Jacques Lusseyran
Erika Mann
Heinrich Mann
Klaus Mann
Thomas Mann y su mujer Katharina Mann
Walter Mehring
Konrad Merz
Frederic Morton nacido en 1924 en Viena como Fritz Mandelbaum
Friedrich Muckermann
Robert Musil
Robert Neumann
Ernst Erich Noth
Balder Olden
Rudolf Olden
Leo Perutz
Jan Petersen
Kurt Pinthus
Theodor Plievier
Alfred Polgar
Gustav Regler
Erich Maria Remarque
Ludwig Renn
Alexander Roda Roda
Joseph Roth
Hilde Rubinstein
Tuvia Rübner
Alice Rühle-Gerstel
Otto Rühle
Nelly Sachs
Albrecht Schaeffer
Hans Sahl
René Schickele
Gershom Scholem
Alice Schwarz-Gardos
Anna Seghers
Oskar Seidlin
Jorge Semprún
Jura Soyfer
Hilde Spiel
Albert Vigoleis Thelen
Ernst Toller
Friedrich Torberg
Kurt Tucholsky
Bodo Uhse
Fritz von Unruh
Herwarth Walden
Ernst Waldinger
Erich Weinert
Franz Carl Weiskopf
Ernst Weiss
Helmut Weiss
Peter Weiss
Franz Werfel
Ernst Wiechert
Elie Wiesel
Christa Winsloe
Friedrich Wolf
Karl Wolfskehl
Paul Zech
Max Zimmering
Hedda Zinner
Arnold Zweig
Stefan Zweig

Escritores que emigraron antes de la llegada de los nazis al poder

Franz Blei
René Schickele

Suicidios

Algunos escritores, especialmente de los que habían ido al exilio, terminaron suicidándose.

Franziska Becker, († Frankfurt am Main 1942)
Walter Benjamin, († Port-Bou 1940)
Carl Einstein,
Egon Friedell, († Viena 1938)
Ludwig Fulda, († Berlín 1939)
Walter Hasenclever, († campo de concentración de Les Milles)
Jochen Klepper, († Berlín 1942)
Alice Rühle-Gerstel († México 1943)
Ernst Toller, († Nueva York 1939)
Kurt Tucholsky, († Suecia 1935)
Ernst Weiss, († París 1940)
Alfred Wolfenstein, († París 1945)
Stefan Zweig, († Petropolis en Brasil 1942)

Escritores prohibidos

La lista contiene los nombres de escritores cuyos libros fueron prohibidos (muchos eran autores contemporáneos, pero las lista contenían también autores de otras épocas y de otros países) o incluso quemados por los nacionalsocialistas; muchos de ellos fueron también perseguidos, obligados a ir al exilio, asesinados. Sus nombres se encuentran también en la lista correspondiente. Fue el 10 de amyo de 1933 cuando en casi todas las ciudades universitarias alemanas se produjo la quema de libros de autores indeseables desde la perspectiva nacionalsocialista (que son los incluidos en la lista recogida más abajo; entre ellos se encuentran nombres tan conocidos como Sigmund Freud, Erich Kästner, Karl Marx, Heinrich Mann, Carl von Ossietzky, Erich Maria Remarque y Kurt Tucholsky. La acción fue organizada por la Deutsche Studentenschaft, la asociación estudiantil nacionalsocialista.

Isaak Babel,
Henri Barbusse,
Walter Benjamin,
Ilja Ehrenburg
Ernst Bloch,
Bertolt Brecht,
Max Brod,
Otto Dix,
Alfred Döblin,
John Dos Passos
Albert Einstein,
Hanns Heinz Ewers, miembro del partido, pero disidente
Lion Feuchtwanger,
Marieluise Fleißer,
Leonhard Frank,
Sigmund Freud,
André Gide,
Iwan Goll,
Maxim Gorki,
George Grosz,
Jaroslav Hašek,
Heinrich Heine,
Ernest Hemingway,
Georg Hirschfeld
Ödön von Horvath,
Heinrich Eduard Jacob,
Franz Kafka,
Georg Kaiser,
Erich Kästner,
Alfred Kerr,
Egon Erwin Kisch,
Siegfried Kracauer,
Karl Kraus,
Theodor Lessing,
Alexander Lernet-Holenia,
Karl Liebknecht,
Jack London,
Georg Lukács,
Rosa Luxemburg,
Wladimir Majakowski,
Heinrich Mann,
Klaus Mann,
Ludwig Marcuse,
Robert Musil,
Carl von Ossietzky,
Erwin Piscator,
Alfred Polgar,
Erich Maria Remarque,
Joachim Ringelnatz,
Romain Rolland,
Joseph Roth,
Nelly Sachs,
Felix Salten,
Anna Seghers,
Arthur Schnitzler,
Upton Sinclair,
Carl Sternheim,
Bertha von Suttner,
Ernst Toller,
Kurt Tucholsky,
Jakob Wassermann,
Franz Werfel,
Grete Weiskopf,
Arnold Zweig,
Stefan Zweig.

Escritores muertos en la guerra

Se incluyen todos los escritores muertos durante la II Guerra Mundial, en cualquiera de los bandos. Se entiende que la Guerra es consecuencia también del nacionalsocialismo, por lo que pueden ser englobados en esta página.

Daniil Charms, falleció por desnutrición en 1942 en Leningrado durante el bloqueo de la ciudad por parte de las tropas alemanas, estando internado en el pabellón psiquiátrico de la cárcel en la que estaba detenido por las fuerzas estalinistas
Fritz Fink, muerto en 1945 en el frente de Letonia luchando contra el ejército soviético
Nordahl Grieg, escritor noruego, falleció en 1943 cuando acompañaba como periodista un bombardero de la Royal Air Force que fue derribado cerca de Berlín
Antoine de Saint-Exupéry
Jakob Schaffner, escritor suizo, falleció en Estrasburgo en 1944 durante los bombardeos aliados

Escritores en el exilio interior

Gottfried Benn
Werner Bergengruen
Hans Blüher
Otto Dix
Hans Heinrich Ehrler
Werner Finck
Gertrud Fussenegger
Ricarda Huch
Ernst Jünger (No se entiende por qué lo consideran un exiliado interior). Desde nuestro punto de vista, es un autor que apoyó en un principio a los nazis, proque los consideraba necesarios, y se opuso luego a ellos, porque los consideraba perniciosos. Ambos extremos fueron sobradamente reconocidos por él, y según parece no se arrepintió de ninguno de los dos.)
Erich Kästner
Volker Lachmann
Oskar Loerke
Erika Mitterer
Walter von Molo
Friedrich Reck-Malleczewen
Richard Riemerschmid
Reinhold Schneider
Frank Thiess
Ernst Wiechert

Escritores miembros del Partido nazi o de las SS

Para la evolución de cada uno de ellos tras la guerra, evolución que tomó rumbos muy diversos, debe consultarse en cada caso la biografía. No se cita aquí a Gunther Grass a pesar de haber declkarado él mismo su pertenencia a la SS por su condición posterior de escritor, ya que cuando militó en esta rama armada del partido nazi no podía considerarse aún un escritor.

Heinrich Anacker
Josefa Berens-Totenohl
Walter Best
Werner Beumelburg
Walter Julius Bloem
Herbert Böhme
Hermann Burte
Artur Dinter, con conflictos con el partido
Kurt Eggers
Richard Euringer
Dietrich Eckart
Hanns Heinz Ewers, luego disidente y prohibido
Gustav Frenssen
Hermann Gerstner
Maria Grengg
Friedrich Griese
Henrik Herse
August Hinrichs
Mirko Jelusich
Hanns Johst
Emil Maier-Dorn
Herybert Menzel
Agnes Miegel
Eberhard Wolfgang Möller
Otto Rahn
Hans Rehberg, expulsado del partido
Herbert Reinecker
Georg Schmückle
Gerhard Schumann
Karl Schworm
Fritz Spiesser
Emil Strauß
Will Vesper
Karl Heinrich Waggerl
Josef Magnus Wehner
Alfred Weidenmann
Josef Weinheber, cometió suicidio
Kurt Ziesel
Hans Zöberlein

Escritores próximos al nacionalsocialismo (sin haber sido miembros del Partido)

Esta categoría engloba a escritores con actitudes diferentes frente al nacionalsocialismo. Algunos mostraron amplias simpatías y ocuparon cargos en el entramado de poder, aunque no se adhirieran al partido; otros muestran algunos puntos de contacto con la idealogía nazi, aunque en algunos casos también se engloban escritores cercanos al nacionalsocialismo en algunos aspectos, pero críticos con el partido en otros. Por eso, para formarse un juicio adecuado se hace necesario consultar la biografía de cada uno de ellos.

Adolf Bartels
Ludwig Friedrich Barthel
Max Barthel
Elvira Bauer
Hans Baumann
Rudolf G. Binding
Walter Bloem
Hans Friedrich Blunck
Bruno Brehm
Börries Freiherr von Münchhausen
Gustav Frenssen
Waldemar Glaser
Erwin Guido Kolbenheyer
Isolde Kurz
Josef Friedrich Perkonig
Wilhelm Pleyer
Wilhelm Schäfer
Jakob Schaffner
Franz Schauwecker
Karl Aloys Schenzinger
Bogislav von Selchow
Heinz Steguweit
Fritz Steuben
Lulu von Strauß und Torney
Peter Supf
Heinrich Zerkaulen

Escritores con actitudes ambiguas

Se incluyen también aquellos escritores sobre los que, en la crítica, se encuentran opiniones divergentes.

Hans Grimm
Felix Salten
Franz Schrönghamer-Heimdal

El cáncer se encarga de anular el efecto de los calmantes



Las células tumorales segregan una molécula que hace más sensible al sistema nervioso

El dolor oncológico es, clásicamente, uno de los más difíciles de tratar. No en vano la especialidad de cuidados paliativos y el concepto de sedación terminal nacieron como una respuesta a los procesos cancerosos. Y parte de la explicación podría estar en el propio proceso tumoral, según han descubierto investigadores de la Universidad de Heidelberg (Alemania). La causa es que las células cancerígenas liberan dos sustancias que, por un lado, estimulan el crecimiento del tumor, y, por otro, aumentan la sensibilidad del sistema nervioso.

El estudio, que publica Nature Medicine, se ha hecho en animales de laboratorio. Y se ha visto que si se inhibe la acción de estas sustancias -que ya se conocían como asociadas al cáncer, pero que se habían relacionado con la creación de vasos sanguíneos para alimentar la proliferación celular-, la sensibilidad de las células nerviosas y el crecimiento tumoral disminuyen.

"Hay una gran necesidad de medicamentos específicos para el dolor oncológico", ha dicho la farmacóloga Rohini Kuner, quien dirige el trabajo. En el estudio se observó el efecto en terminaciones nerviosas de ratones. Para ello, se midió con electrodos la respuesta de las neuronas cuando se ponían en contacto con estas sustancias. Además, como señala Kuner, hay que tener en cuenta que le propio crecimiento tumoral implica un dolor, ya que supone una alteración del equilibrio dentro del organismo.

Los investigadores no se han limitado a encontrar los factores que aumentan el dolor. También han ensayado un sistema para contrarrestarlo. Para ello inyectaron péptidos (cadenas proteicas pequeñas) que tienen la capacidad de unirse a los receptores de las neuronas a las que afectaban las sustancias causantes del dolor. En su estudio preliminar, vieron que la respuesta dolorosa disminuía.

Entrevista al científico Stuart Kauffman



Kauffman es experto en teoría de la complejidad. "Cuando podamos crear vida no sabremos cómo evolucionará", refiere

"Creo que la vida es inherente al universo", sentencia el estadounidense Stuart Kauffman, una de las voces más autorizadas de la biología evolutiva y uno de los gurús de la llamada teoría de la complejidad. Profesor de la Universidad de Calgary (Canadá), Kauffman carga contra el reduccionismo científico que sostiene que, si se tuvieran los parámetros de todas las partículas del universo, se podría deducir todo el futuro a partir de una teoría final. Lleva años cuestionando la ortodoxia darwiniana y su postulado de que la selección natural es el único principio de la evolución de la biosfera. Él no niega a Darwin, pero afirma que no basta. Su visión incluye un principio, el de la autoorganización, que interactúa a su vez con la selección natural en el proceso evolutivo. "La red de la vida, el sistema más complejo que conocemos en el universo, no rompe ninguna ley de la física y, sin embargo, es parcialmente sin ley, incesantemente creativa".

"Desde Galileo y Newton hemos pensado que hay una teoría en física y que las explicaciones siempre se encuentran mirando hacia abajo: las sociedades se descomponen en personas, las personas en órganos y de ahí a las células, la bioquímica hasta la física. Los reduccionistas quieren que la evolución sea una deducción de las leyes de la física, pero las adaptaciones cobran sentido en su contexto selectivo", explica para empezar.

¿Cómo surgió la vida de partículas no vivientes?

La respuesta cauta es que hay muchas teorías y que nadie sabe. La vida se basa en el ADN, el ARN y las proteínas. La doble hélice de la molécula de ADN puede replicarse, pero necesita las enzimas de las proteínas para hacerlo y éstas necesitan a su vez del ARN. Una de las teorías que existen desde que se inventó la estructura del ADN se fundamenta en que una única cadena de ARN puede reproducirse. Yo creo que esto es incorrecto. Llevo años pensando que el origen de la vida no puede basarse en una molécula tan especial, sino más bien en un conjunto de moléculas que catalizan su formación entre sí. Esto es lo que llamo un sistema cerrado autocatalítico, un ejemplo de tantos de la autoorganización de la vida.

¿Qué es el reduccionismo científico?

La visión más simple del reduccionismo es la de Laplace, el matemático francés de los tiempos de Napoleón, quien dijo que si un sistema de cómputo tuviese la información sobre la posición, la velocidad y la masa de todas las partículas del universo, usando las leyes de Newton se podría calcular todo el futuro, así como el pasado, del universo. Eso es el reduccionismo. Eso implica, entre otras cosas, creer que todo lo que ocurre en el universo es descriptible por las leyes naturales, que lo real son las partículas en movimiento y que lo demás son ilusiones. También que hay un lenguaje que permite describir toda la realidad, las leyes de Newton y las partículas en movimiento en el espacio-tiempo. Éstos son los cimientos de la ciencia reduccionista. Yo cuestiono todas estas afirmaciones.

¿Qué supone llevar esto al terreno de la evolución?

Lo que digo es que la evolución de la vida obedece a las leyes naturales, pero no es completamente descriptible por estas leyes. Por lo tanto, no se puede simular la vida ni predecir cuál será la evolución de la biosfera. Supongamos que alguien lo hiciese, ¿cómo demostraría que su simulación captura la dimensión cuántica de la biosfera? Estoy convencido de ello, pero la ciencia procede por experimentos y eso lo tendrán que hacer otras personas porque tengo casi 70 años. Todo esto no quiere decir que habría que tirar a la basura los siglos de ciencia avanzados hasta ahora, pero cambia bastante nuestra visión del mundo radicalmente.

¿En qué sentido?

La evolución de la biosfera está llena de preadaptaciones darwinianas. Supongamos que podemos crear en los próximos 50 años sistemas moleculares autorreproductores que pueden coevolucionar. Tengo la convicción de que podremos crear vida en los próximos 50 años. Cuando coevolucionen unos con otros en un entorno físico, en éstos también emergerán preadaptaciones darwinianas, como en el resto de seres vivientes. Eso significa que desarrollarán rasgos que no podíamos ver anteriormente ni predecir que surgirían. En resumen, no sabremos cómo evolucionarán. Y en ese momento nos preguntaremos: ¿cómo pasó esto? Y nos convertiremos en paleontólogos, deduciremos lo ocurrido y lo entenderemos, pero no tendremos una ley que explique lo que pasó de antemano.

¿Podría darnos un ejemplo?

Uno de mis favoritos viene de la economía. En 1980, en Estados Unidos había muchos canales de televisión, había muchos televisores y muchos teleadictos que no querían levantarse del sofá. En ese entorno, ¿era un buen negocio inventar el control remoto? Sí y alguien lo hizo. ¿Su invención fue fruto del azar? No. Tenía su sentido en ese contexto. La biosfera o la economía crean un contexto en el cual emergen nuevas cosas, como las preadaptaciones darwinianas o el control remoto.

¿Por qué las tesis de los creacionistas no están llegando a Europa?

América es el más religioso de los países del primer mundo, mientras que Europa es más secular. El debate está creciendo en los EE UU. Allí hay gente que se cree la Biblia literalmente. Y la evolución contradice lo relatado en el Génesis. En realidad, no hay debate científico sobre el creacionismo: los científicos creen que el creacionismo es una estupidez. A veces el fundamentalismo consigue en Estados Unidos un espacio público que no es en ningún caso proporcional a su relevancia.

Usted no cree en Dios, pero aboga por reinventar el concepto de sagrado.

Nuestros valores están dominados por la sociedad de consumo. En el mundo secular hemos perdido el sentido de los valores. Si pudiéramos encontrar un concepto de Dios que se pudiera compartir, un espacio común de lo sagrado, podría ayudar a que nuestras tradiciones coevolucionen. Gordon Kaufman, teólogo de la Harvard Divinity School, lleva 20 años afirmando que el único sentido entendible de Dios es la creatividad en el universo, y no el de un Dios supernatural. Independientemente, llegué a la misma conclusión que él. Creo que he encontrado los fundamentos científicos de lo que él afirma. Piense en el Dios creador. Lo que digo es que no necesitamos al creador, sino su creatividad. Esa carencia parcial de leyes en la evolución de la biosfera deja un espacio en el que las creencias de todos, judíos, musulmanes y cristianos, pueden convivir pacíficamente.

10 extrañas muertes

Esquilo


Un listado de 10 muertes realmente extrañas

En 458 AC el escritor griego Esquilo murió por el peso de una tortuga que dejó caer un águila.

George Plantagenet, duque de Clarence fue ejecutado ahogándolo en un barril de vino en 1478.

Francois Vatel, el chef de Luis XIV se suicidó en 1671 enojado porque un plato suyo llegó tarde a la cocina y le dio vergüenza atrasarse con la cena. El cadáver lo encontró un ayudante.

Constantino Hangerli, Príncipe de Wallachia, fue arrestado por un soldado que lo estranguló, disparó, apuñaló y decapitó.

Allan Pinkerton, un espía y detective estadounidense murió en 1884 de una gangrena generada en una caída en la calle, en la cual se mordió la lengua.

Jack Daniel murió en 1911 contaminación por bacterias en la sangre, seis años después de lastimarse un dedo cuando pateó su caja fuerte frustrado por olvidarse la combinación.

Grigori Rasputin en 1916 murió ahogado atrapado bajo el hielo. Se supone que fue sumergido en el agua por un agujero en el hielo luego de ser envenenado, castrado y herido.

El escritor Sherwood Anderson se tragó un escarbadientes y murió por peritonitis.

Christine Chubbuck, un periodista estadounidense, se suicidó en una transmisión en vivo. Ocho minutos después de comenzar el programa, sacó un arma y se disparó en la cabeza.

En 2006 el cazador de cocodrilos Steve Irwin murió al ser picado por una raya en el corazón.

El Fin del Disco



Un estudio reciente demuestra que los estadounidenses están dando la espalda a los nuevos formatos con soporte físico

En el último E3, la conferencia de videojuegos más importante del mundo, Sony presentó su PSP Go!, una versión mini de la videoconsola portátil PSP. Además de ser más pequeña, la nueva joya de la compañía nipona introducía un cambio clave: no tenía ninguna ranura para introducir juegos. Sony se adelantaba así a una tendencia que amenaza con dejar atrás cualquier tipo de soporte físico; las descargas digitales y el vídeo a través de Internet parecen estar ganando la partida.

Según las conclusiones arrojadas por una encuesta llevada a cabo en abril en EE UU, los ciudadanos de este país parecen haber vuelto la espalda a los nuevos formatos de alta definición digital que utilizan soportes físicos, como discos. El estudio de Harris Interactive asegura que son muy pocos los estadounidenses que planean adquirir en el próximo año un lector de Blu-ray, el nuevo formato de vídeo de alta calidad que sustituye al DVD. Milton Ellis, vicepresidente de Harris Interactive, afirma en el estudio que "los consumidores hoy en día tienen un fácil acceso a vídeo de alta definición, sea vídeo-bajo-demanda a través de Internet o canales de alta definición en televisión". ¿Por qué bajar al videoclub de al lado de casa si podemos alquilar desde el sofá y en pijama?

El estudio también señala que aquellos que ya poseen reproductores de última generación (Blu-Ray, HD DVD o PS3) esperarán a que bajen los precios para cambiar su colección de DVD por discos de los nuevos formatos. Un descubrimiento interesante es que el HD DVD, perdedor de la puja con Blu-ray y oficialmente "muerto", no parece tener los días contados. De hecho, casi un 11% de estadounidenses poseen un reproductor de este tipo, (mientras que sólo un 7% tienen un lector de Blu-ray) y son muy pocos los que planean cambiarse al formato ganador.

Matt Burns, de la web especializada Crunch Gear, ofrece una interesante reflexión. Hace 20 años, cuando llegó el VHS, la gente corrió a las tiendas a comprar un reproductor y sus películas favoritas. Entonces apareció el DVD, que prometía interesantes extras y una mayor calidad, y una vez más el público vació las tiendas de discos digitales. Pero la recepción del HD DVD y el Blu-ray, que prometían más de lo mismo, fue más escéptica, y la gente esperó a que acabase la guerra de formatos mientras entraba con fuerza un nuevo competidor: las descargas digitales y el vídeo en streaming, disponibles a tan sólo un click de distancia.

Aunque queda aún mucho camino por recorrer, cada vez aparecen más servicios que ofrecen posibilidades de descargar o reproducir vídeo en alta calidad desde la propia red. Netflix, un portal donde se pueden descargar-alquilar películas en alta calidad o Vudu, que utiliza un box que se conecta a la televisión y a la banda ancha para que el usuario vea películas descargadas en el salón de su casa, son servicios que crecen lentamente pero con paso firme.

El éxito o fracaso de los nuevos formatos físicos parece muy influenciado por la capacidad de la red de hacer más sencillo el acceso a formatos de ocio en alta calidad, y a buen precio.